Moreno Bonilla ha destapado que la Junta de Andalucía de Susana Díaz guardaba
en los cajones 3.000 millones de euros en subvenciones descontroladas. Fallos
de procedimiento y ausencia de justificación en su concesión, que esconden
corrupción en la administración de los fondos públicos o falta de celo que hace que se manifieste la desastrosa e interesada administración de los socialistas.
Ya no podrá decir Susana Díaz que ella es Andalucía, ni podrá dejar que
se le llene la boca hablando de nuestra tierra.
Ahora deberá callar y marcharse a su casa como castigo a haber impedido
el desarrollo de Andalucía en estos años en los que permitió que los recursos
que teníamos se fueran en favores, despilfarros y dejadez ignorante o
interesada, que alimentaba la insaciable necesidad del clientelismo político sin
el que era incapaz de gobernar.
Solo la Consejería de Empleo acaba
de aflorar, con el nuevo gobierno de Moreno Bonilla, un agujero de 859 millones
en subvenciones sin justificación, con lo que la Cuenta General de 2017, eleva las
irregularidades detectadas por el Tribunal de Cuentas a 2.988,7 millones de
euros.
Hemos venido diciendo que en
Guaro el desastre económico es proporcional:
Con las cuentas de 2014 y 2015
anuladas por los Tribunales y obligando a Noé Oña a mostrar todos los
documentos contables, con las del 2016 pendientes de anulación por sentencia y
las de 2017 sin rendir, sospechamos que lo que muestran ahora las cuentas de la
Junta de Andalucía, será lo mismo que presentarán las cuentas del Ayuntamiento
de Guaro cuando salgan a la luz, que será muy pronto.
Por eso Noé Oña no enseña las cuentas, porque no puede mostrarlas por
lo mucho que debe tener que esconder, sino no tendría inconveniente en enseñarlas,
en vez de esconderlas en lo más recóndito del Ayuntamiento y con veinte
candados cerradas.
Solo un cambio de dirección en
el gobierno podrá resolver este desastre en el que nos mantenemos con los
socialistas en el poder.
PPGuaro